Los seguros buscan hueco en la economía colaborativa

Los seguros buscan hueco en la economía colaborativa

La economía colaborativa ha irrumpido fuertemente y de manera rápida se ha instaurado en nuestro día tras día. Enfrentados con este nuevo fenómeno, los modelos tradicionales procuran su espacio para no quedarse atrás. No obstante, el ámbito asegurador, que fundamenta sus costes en las estadísticas, tiene inconvenientes para entrar en un mercado caracterizado por acarrear considerablemente más peligro, del que aseguran tener pocos datos y que aún no ha probado ser rentable. Por el momento, los mayores avances se efectúan en los servicios de vehículos compartidos (carsharing), donde ciertas empresas aseguradoras tradicionales, como Allianz, se asocian con las nuevas plataformas como Car2Go.

«Asegurar la economía colaborativa lleva un peligro aumentado por el hecho de que esta depende del empleo y en un caso así son recursos empleados con mayor intensidad. No obstante, este peligro viene dado por un contexto que se puede tarifar», asevera Magdalena Ramada, economista de Willis Towers Watson. Ramada explica que una forma «simple» de producir una póliza para la economía compartida es crear una híbrida desde los productos existentes que identifique en el momento en que un bien es compartido y cuando no y adapte el cálculo del peligro y alterne el costo. Para la economista este modelo se puede introducir, por servirnos de un ejemplo, para los conductores de Uber que usan sus automóviles personales para trabajar.

No obstante, la realidad es que las empresas aseguradoras que han entrado en el mercado han sido «muy conservadoras», comenta Ramada. «Lo que vemos son productos demasiado costosos, de baja cobertura, que no comprenden el peligro de forma precisa y que no usan la tecnología como podrían», afirma. A su parecer, como hay pocas compañías que ofrezcan un seguro para bicicletas para la economía colaborativa, por el momento es un buen planteamiento pues no hay una presión de costos a la baja siendo un mercado que aún no es competitivo.

La economista defiende que hay un inconveniente de «poca inventiva» por la parte de las compañías de seguros. «Ya tenemos diez años de datos sobre este tema, ya no se puede estimar un inconveniente de tener poca información», concluye.Imagen de la sede de Car2Go en San Diego, California.

Mas para las empresas de seguros el mayor inconveniente con el que se hallan prosigue siendo exactamente esta «falta de datos». En verdad, Unespa, la asociación de las compañías de seguros, no cuenta con información. «Es complicado que existan datos sobre el ámbito y la economía colaborativa pues representa un fenómeno naciente», justifican.

Lo mismo opinan fuentes de Línea Directa, donde comentan que «hacen falta datos» mas que eso no quita «a fin de que el ámbito se meta a buscar su nicho». «Con el paso de tiempo y con más información las empresas de seguros competirán», mantiene Francisco Valencia, directivo de gobierno corporativo de la compañía aseguradora, que cubre a servicios de motocicletas compartidas. Valencia explica que los seguros de franquicia que se ofrecen en el carsharing —que se caracterizan pues en el caso de daño en los automóviles pueden llegar a cobrar hasta quinientos euros al usuario— son una cautela a fin de que el conductor de ese vehículo, que no es suyo, «tenga un cuidado singular». «Es una condición para supervisar el peligro de alguna forma», asevera.

A su juicio, la economía colaborativa es una ocasión para el campo de los seguros «pues es un hecho nuevo que ha venido para quedarse y es una tendencia irrefrenable». «El campo, conforme se vaya conociendo, creo que va a ir amoldando las primas y los costes a la baja. Es una realidad nueva en la que aprendemos», razona. No obstante, revela que todavía es pronto para decir si se trata de un campo rentable por el hecho de que «aún no hay masa si bien el campo va a tratar de hacerlo rentable». «Yo creo que en Línea Directa hemos sabido amoldarnos», precisa.

No obstante, en el caso de AXA, empresa de seguros de plataformas de economía colaborativa como BlaBlaCar, SocialCar, EcoCar y Driveer, entre otras muchas, fue la carencia de datos exactamente uno de los motivos que les impulsó a iniciarse en este mercado. «Lo esencial es buscar vías para conocer mejor al cliente del servicio y consideramos que esta era una fórmula para aproximarnos a él. Deseamos acompañar la evolución de las compañías de economía colaborativa para conocer mejor el comportamiento de los clientes del servicio en estos modelos», asevera Daniel Moreno, directivo de banca, seguros y partners de AXA.

Para BlaBlaCar, por poner un ejemplo, ofrecen un modelo de «protección y servicio». «Le damos una protección auxiliar para asegurar que llegará al destino y en el caso del conductor, soluciones para que tenga un accidente», comenta Moreno. No obstante, si bien aseguran a ciertas empresas de economía colaborativa, coincide en que todavía «es pronto para determinar si es rentable o bien no». «Es un campo aún en desarrollo y queda un buen tiempo para poder llegar a una conclusión», presagia. Además de esto, adelanta que están «estudiando diferentes opciones alternativas» para cubrir servicios como Uber o bien Deliveroo.

Otro actor que ve el campo como «una ocasión» es Allianz —aseguradora de plataformas de economía colaborativa como Car2Go, Drivy y Amovens, entre otras—. Sus previsiones apuntan que el valor de las transacciones del ambiente colaborativo alcanzará los quinientos setenta millones de euros en dos mil veinticinco. Fuentes de la compañía de seguros explican que están muy pendientes del futuro de estas economías, para lo que consideran «imprescindible hacer una transformación digital». «Ofrecemos coberturas para un empleo específico o bien limitado en el tiempo (minutos, horas…) mas capaces de atenuar los peligros de los negocios colaborativos», comentan. Para esto, explican que han creado un «conjunto permanente internacional» dedicado únicamente a la economía colaborativa con especialistas de diferentes mercados mundiales.

La economista Ramada tiene claro la ocasión que supone por el hecho de que es uno de los mercados que «va a producir mayor desarrollo para las compañías aseguradoras en los próximos 3 años». «Las compañías que consigan darle la vuelta al costo se quedarán con el mercado por el hecho de que verdaderamente no ha habido soluciones y las que hay son caras. Además de esto, si bien aumentan los peligros, asimismo incluyen un margen de costes considerablemente más extenso que en las pólizas tradicionales», sentencia.

Por su lado, Mutua y SegurCaixa comentan que, si bien ahora no ofrecen seguros para la economía colaborativa, cuentan con «la tecnología y la capacidad» para poder entrar en ese género de servicios, algo que, adelantan, no descartan en el futuro. «Ahora existen pactos en exclusiva que no dan pie a que haya mucha competencia, todas y cada una de las compañías miramos ocasiones de negocio para poder ver si son relevantes, otra cosa es que los veamos rentables», explican. La compañía de seguros Mapfre tampoco ofreciendo estos servicios.

Ver https://www.integrityseguros.com.ar/

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