El piso flotante es un tipo de revestimiento que se sitúa sin pegar, clavar, ni atornillar, haciendo que su instalación sea instantánea, simple y limpia. Pueden ser montados sobre cualquier tipo de pisos o paredes, siempre que la superficie sea lista y firme. Dichos pisos poseen diversas ventajas, posteriormente, pasamos a detallarte varias de ellas:
Instalación
La instalación de los pisos flotantes es bastante fácil: las tablas van apoyadas sobre una manta de polietileno. Después de su instalación, no requieren ser pulidas ni plastificadas, logrando ser transitados velozmente luego de haber sido colocados. La instalación de los pisos flotantes se puede hacer sobre otros suelos, aunque sean cerámicas o vinilo, solo debes asegurarte de que su superficie sea enteramente dura y plana.
Diseño
Otra de los beneficios de los pisos flotantes es proveniente de diferentes medidas, texturas y colores.
Aislación
Esta clase de revestimientos son resistentes y de enorme duración, y por su estructura, resultan buenos aislantes térmicos y acústicos.
Limpieza
Limpiar los pisos flotantes es simple, además dichos pisos no se arruinan de forma fácil con la humedad. Podés lavarlos con un paño mojado sin mucho esfuerzo. No es necesario ningún producto de calidad ni procedimientos extraños para limpiarlo y mantienen continuamente el mismo color.
Ahorro
Por lo general, instalar un nuevo piso conlleva gastos adicionales, como por ejemplo, retirar el piso anterior. Con los pisos flotantes no debemos preocuparnos por este asunto. Siempre y cuando la superficie anterior sea rígida y plana no hará falta retirarla.